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El Consumo Muestra Signos de Recuperación en un Año de Retrocesos

El mercado de autoservicios y cadenas de supermercados registró en noviembre un aumento mensual en el consumo, marcando un hito positivo tras meses de caídas consecutivas.
Este crecimiento, aunque modesto, se presenta como un posible punto de inflexión en un contexto económico marcado por la incertidumbre y la alta inflación.
Un Incremento que Rompe la Tendencia Negativa
Según un informe de la consultora Scentia, el consumo en autoservicios creció un 1,5% en noviembre respecto a octubre, ajustado por estacionalidad. Este avance adquiere mayor relevancia considerando que noviembre tiene un día menos que octubre, lo que históricamente tiende a impactar negativamente en las ventas.
A pesar de que la comparación interanual muestra aún una caída del 13,5%, el repunte mensual sugiere que el comportamiento de los consumidores podría estar cambiando. La desaceleración de los precios y una ligera mejora en las expectativas económicas parecen ser los principales impulsores de esta recuperación incipiente.
Diferencias Regionales en el Consumo
El análisis de Scentia también expone una convergencia inusual en la dinámica del consumo entre el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y el interior del país. Durante noviembre, las caídas interanuales en ambas regiones fueron similares: -20,9% en el AMBA y -19,4% en el interior, lo que contrasta con tendencias previas donde las provincias solían registrar mayores retrocesos.
No obstante, en el acumulado anual, el interior sigue reflejando una retracción más severa (-16,6%) frente al -8,8% del AMBA. Esto evidencia las desigualdades económicas y sociales que persisten entre las regiones, con las provincias enfrentando mayores desafíos en términos de recuperación económica y empleo.
El Comportamiento del Consumo por Rubros
La recuperación es desigual entre los distintos segmentos de consumo. Los rubros más golpeados incluyen:
– Bebidas con alcohol (-19,2%)
– Consumos impulsivos (-18,6%)
En contraste, los rubros esenciales como Alimentos (-9,1%) y Perecederos (-8,7%) muestran caídas más moderadas. Esta tendencia reafirma el cambio en las prioridades de los consumidores, quienes en contextos de recesión concentran sus recursos en productos básicos.
Inflación: Principal Obstáculo para el Consumo
La alta inflación en 2024 ha sido un factor determinante en la contracción del consumo. En marzo, los precios alcanzaron un aumento interanual récord del 345,5%, superando ampliamente el crecimiento nominal de las ventas (312,5%). Esto derivó en una significativa caída de los volúmenes vendidos, obligando a los consumidores a ajustar sus patrones de gasto.
Sin embargo, en los últimos meses se ha observado una desaceleración inflacionaria, lo que brindó un alivio relativo a los hogares. Este fenómeno, sumado a mejoras en los indicadores de empleo y confianza del consumidor, podría sentar las bases para una recuperación más sostenida en el corto y mediano plazo.
Factores que Impulsan la Recuperación
El leve repunte en el consumo tiene múltiples explicaciones:
1. Desaceleración de la inflación: Aunque los precios siguen altos, el ritmo de incremento ha disminuido, permitiendo una mayor estabilidad en el poder adquisitivo.
2. Mejoras en empleo: Indicadores recientes muestran un leve aumento en el empleo formal, favoreciendo el ingreso disponible de los hogares.
3. Confianza del consumidor: Aunque aún frágil, la percepción de estabilidad económica mejora paulatinamente, impulsando decisiones de gasto.
El crecimiento mensual registrado en noviembre, aunque todavía limitado, es una señal alentadora en un contexto de consumo que ha enfrentado grandes desafíos. La estabilización de precios, junto con políticas que fomenten el empleo y la recuperación económica, será clave para consolidar esta tendencia.
Los consumidores continúan enfrentando retos, pero el cambio en los indicadores sugiere que la economía podría estar entrando en una fase de estabilización. Si esta dinámica se mantiene, el 2024 podría cerrar con un panorama menos desfavorable, marcando el inicio de una recuperación más sostenida para los sectores más golpeados por la crisis.
Conclusión: La reactivación del consumo es un proceso complejo, pero noviembre ofrece señales de que el cambio es posible. En este contexto, es fundamental que tanto las políticas públicas como las estrategias comerciales se orienten a fortalecer la confianza y aliviar las presiones económicas de los consumidores.
