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La falta de seguridad en Open Door produjo nuevos cambios en la policía
La escasa seguridad persiste como una de las principales preocupaciones en el Partido de Luján. Mientras se suceden los hechos delictivos, el Municipio avanza con nuevas estrategias para fortalecer el sistema de prevención y respuesta.
La seguridad es hoy una de las demandas más urgentes en el entramado social de Luján. En la localidad de Open Door, la situación volvió a escalar tras una serie de robos domiciliarios, generando malestar entre los vecinos y poniendo en evidencia las limitaciones operativas de la Seccional Tercera, que en los últimos días cambió nuevamente de jefe policial. Desde la semana pasada, el comisario Mario Villalba asumió el mando, en reemplazo del anterior titular, que fue desplazado tras solicitar formalmente más recursos humanos para enfrentar la creciente ola delictiva.
Se trata del cuarto relevo en lo que va del año, un dato que inquieta tanto a los habitantes como a los actores institucionales de la zona. Según trascendidos, la remoción del anterior comisario se produjo luego de haber elevado dos notas oficiales, la primera el 9 de junio, reclamando refuerzos para una dependencia con escasa dotación, que cuenta habitualmente con un solo móvil disponible durante los fines de semana. Esta precariedad operativa no sólo afecta a Open Door, sino también a la vecina localidad de Torres, que depende de la misma estructura policial.
Robos en serie y desprotección vecinal
Durante el último fin de semana, se sucedieron al menos cuatro hechos delictivos que refuerzan la sensación de inseguridad en la comunidad. El viernes por la madrugada, delincuentes ingresaron a una vivienda en la esquina de Juan de Dios Filiberto y Cabo Rubén Torres, llevándose dos bicicletas y un secarropa. Apenas unas horas después, en el barrio Luchetti, una bicicleta fue sustraída frente a una vivienda tras haber sido dejada sin candado. El hecho quedó registrado por una cámara de seguridad, y la víctima, de bajos recursos, pidió ayuda a los vecinos para recuperar el vehículo que su hija utiliza para asistir a la escuela.
La madrugada del domingo, otro caso similar se produjo en la intersección de Chazarreta y Di Sarli. En este caso, el propietario logró dar con el ladrón en el mismo barrio Luchetti y recuperar su bicicleta. Horas más tarde, se reportó un nuevo robo en las cercanías de un corralón de materiales: los delincuentes se llevaron otra bicicleta, herramientas de albañilería y tres sillones.
Varios vecinos señalan que muchos de estos robos estarían vinculados al intercambio de los objetos sustraídos por drogas, especialmente en puntos de venta de estupefacientes que operarían en el barrio Luchetti, lo que refuerza el reclamo por una intervención más firme y articulada.
Reestructuración y refuerzo institucional
En respuesta a este escenario, el gobierno municipal anunció una serie de medidas orientadas a robustecer la política de seguridad en el distrito. En el marco del plan Luján Alerta 24, se concretó la incorporación de Gabriel Jurina como nuevo subsecretario de Seguridad, dentro del área de Protección Ciudadana. Con una amplia trayectoria en la función pública y formación en Ciencia Política y Gestión Metropolitana, Jurina tendrá la responsabilidad de liderar la planificación y ejecución de acciones preventivas.
Desde la comuna explicaron que este nombramiento se suma a otras iniciativas como la presentación de cuatro nuevas patrullas, la implementación del número de emergencias 109 y la propuesta para crear el Cuerpo de Prevención Comunitaria, cuyo tratamiento legislativo se espera en las próximas semanas.
Tecnología, datos y prevención
Otro eje central del nuevo enfoque en materia de seguridad es el fortalecimiento del Observatorio del Delito, un espacio técnico que permite analizar de forma constante la evolución del crimen y orientar las políticas de manera más precisa. Esta herramienta facilita la toma de decisiones basada en evidencia, permitiendo identificar zonas de riesgo, tipologías delictivas y patrones de conflictividad.
Desde el Municipio aseguran que se está transitando una etapa de inversión histórica en seguridad. Entre las acciones recientes se destacan el fortalecimiento del sistema de videovigilancia urbano, la adquisición de nuevos móviles, la mejora del alumbrado público, el reacondicionamiento de accesos clave y la capacitación del personal de fuerzas de seguridad.
Un modelo de proximidad y prevención
El desafío de mejorar la seguridad en Luján está directamente vinculado con la capacidad de articular esfuerzos entre el ámbito municipal, las fuerzas policiales y la comunidad. Las políticas implementadas apuntan a construir un modelo basado en la prevención, el uso de tecnología y el trabajo de proximidad, entendiendo que la seguridad no se reduce a la represión del delito, sino a la construcción de entornos más protegidos y resilientes.
Sin embargo, en barrios como Luchetti o en localidades como Open Door, la realidad cotidiana pone en duda la efectividad de estas políticas. Los vecinos reclaman presencia policial constante, patrullaje efectivo y respuestas concretas ante hechos que alteran profundamente su calidad de vida.
La seguridad en Luján enfrenta hoy un escenario complejo que requiere medidas urgentes, sostenidas y bien articuladas. La designación de un nuevo jefe en la Seccional Tercera y la incorporación de un funcionario experimentado en la Subsecretaría de Seguridad son pasos relevantes, pero no suficientes por sí solos.
Mientras continúe la falta de recursos operativos, la escasez de móviles y la proliferación de focos delictivos vinculados a otras problemáticas sociales como el consumo de drogas, la percepción de inseguridad persistirá. La clave estará en la implementación efectiva de políticas públicas integrales, con participación comunitaria, información precisa y una fuerte inversión estatal que priorice la seguridad como derecho fundamental.
Con información de Diario de Luján
